lunes, 23 de septiembre de 2013

De qué carajo va este blog.

Y de eso va este blog. De buscar la PATRAÑA, la chispa, la semilla que dejaron los Bukowskis de las calles, sin ninguna necesidad del ácido para envenenar el cerebro y abrirme en canal el pecho.

Los escritores borrachos nacen, no se hacen. Eso pienso, eso creo después de haber estado diez años de mi vida escribiendo y leyendo a los grandes, llenando cuadernos con gilipolleces sin sentido, amontonando tachones en la parte de atrás de los libros de la ESO, y otras tantas frases con encanto o sin ello, qué más da,

no escribo para la gente, puedes darte la vuelta, o darme un puñetazo, si te apetece.

Puedo decirte "él sacó un cigarrillo del paquete y se lo tendió mientras ella lloraba desconsolada, temblando, con las manos empapadas en sangre, la frente perlada de sudor, dejando escapar unos gemidos que no sé si me desconciertan o me ponen cachondo, no lo sé, pequeña, pero estás el doble de guapa con los ojos brillando en la muerte ajena..." Y PUTA BASURA QUE NO SIGNIFICA NADA.

Yo puedo parar y dejar de pensar y escribir, o puedo dejarlo por unos meses y no pasaría nada, no tengo fecha, no tengo responsabilidad, esta mierda es mia, de nadie más, ni me interesa ni lo conseguiría.

Ni siquiera he revisado esta mierda, no me lo tengáis en cuenta, es una simple aclaración para los que no entienden la idea, LA DECADENCIA DEL ESCRITOR, y otras cosas.

Si queréis ser unos gilipollas atontados que escriben novelas de amor para divorciadas, o
novelas sobre drogas para adolescentes
haced lo que os de la puta gana pero,

yo me quedo con los borrachos, que son los verdaderos genios de la movida.

 




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